1978 ARGENTINA
LOS GENERALES SABEN HACER MUNDIALES
Como ya se ha visto anteriormente el mundial de fútbol, debido a que se
constituye en el evento de mayor interés a nivel internacional, ha estado siempre marcado por intereses extradeportivos.
El mundial celebrado en Argentina en el año 1978 fue uno de los casos más
evidentes del deporte al servicio del estado.
El 24 de marzo de 1976 es una fecha triste para la
mayoría de los argentinos. Ese fue el
día en que los generales se tomaron el poder. A partir de ese momento el país soportó
una fuerte ola de represión que desembocó en torturas, exilios y
desapariciones. El gobierno de facto argentino era seriamente cuestionado internacionalmente
debido a las permanentes denuncias sobre la violación de los derechos humanos y
a actos terroristas de las fuerzas militares. Fue así como el general Videla,
jefe de estado, junto con sus compañeros (secuaces) se empeñó en desarrollar
una Copa Mundo del más alto nivel como forma de borrar la imagen negativa que
tenía el mundo sobre su gobierno y así lograr una mayor aceptación de la
comunidad internacional. Para tales efectos no se escatimaron gastos para
garantizar el buen desarrollo del torneo.
Las ambiciones de Videla también estaban encaminadas a acallar las voces
de protesta al interior del país. Un país
en el cual el fútbol adquiere un carácter cercano a la religión. La mejor forma de lograr todos sus objetivos
era con una buena actuación del seleccionado nacional; y eso solo podría significar
una cosa, la Copa. Videla sabía muy bien como operaba el sistema, pues había
leído ¨ la lora deportiva ¨ del mundial
de 1934 y 1938 cuando Mussolini mediante todos los medios logró la copa para
Italia (con ayuda de los jugadores y técnicos) y también conocía la historia de
los Juegos Olímpicos de 1936 de Berlín en donde Hitler utilizó todo el poder
para mostrar al mundo los resultados del gobierno Nazi.
En cuanto al torneo, muchas cosas se pueden contar.
Iniciemos contando que el técnico de Argentina no tuvo en cuenta en su nómina
final a un joven de 17 años de apellido Maradona. Diego que ya venía actuando en el fútbol
profesional y que había vestido en varias oportunidades la camiseta de la
selección nunca le perdonó a Menotti el no haberlo convocado. El “pelusa” tuvo su desquite al año siguiente
cuando se coronó campeón del mundo en el mundial juvenil de Japón y fue
galardonado como el mejor jugador del torneo. El holandés Johan Cruyff no
asistió al mundial argumentando estar en desacuerdo con el gobierno militar y
sus acciones, sin embargo, posteriormente tomó fuerza la versión que su
ausencia se debió a desacuerdos económicos con los patrocinadores del equipo
holandés y hace algunos años el ex deportista reveló que el verdadero motivo
fue una crisis personal debido a que él y su familia habían sufrido un intento
de secuestro en Barcelona un año antes del mundial y por tal motivo había
tomado la decisión de alejarse por un tiempo de los grandes eventos.
Quien sí fue muy consecuente en sus acciones fue el
arquero sueco Ronnie Hellström quien en lugar de asistir a la inauguración del
torno fue a acompañar a la Madres de la Plaza de Mayo[1].
El torneo tuvo el mismo sistema que Alemania 1974.
En la primera ronda se seleccionaron los mejores dos equipos de cada uno de los
cuatro grupos, luego estos eran sorteados en dos cuadrangulares y al final los
primeros de cada grupo se enfrentaron por el primer puesto y los segundos se enfrentaron
por el tercer lugar. Fue así como luego de clasificar a la ronda semifinal, el
equipo argentino empató con Brasil y estaba por debajo de éste para disputar el
primer lugar. Para lograr superar a los
brasileros, los gauchos debían vencer a Perú por una diferencia superior a
cuatro goles, cosa muy difícil de lograr si se considera que en la primera
ronda Perú había empatado 0-0 con Holanda y en segunda pese a las derrotas ante
Brasil y Polonia había mostrado un excelente fútbol (y mucho coraje), así que
se esperaba un buen partido y fue entonces cuando ocurrió “un gran milagro¨,
los argentinos vencieron al Perú por marcador de 6 a 0 y pasaron a la final.
Los jugadores peruanos fueron apedreados al llegar al aeropuerto de Lima y una
sombra de corrupción marcó la historia
del partido. Sobre la verdad de este juego se han tejido varias hipótesis,
negociaciones entre estados, contratos entre generales (Perú era gobernada por
el golpista Francisco Morales Bermúdez), sobornos a los jugadores y hasta incursión
de dineros del narcotráfico colombiano en el mundial.
Por el tercer lugar se repitió entonces la final de
México 70 entre Brasil e Italia y nuevamente los suramericanos vencieron y
regresaron a su país sin haber perdido ningún partido, mientras que el campeón
había perdido 2-1 con Italia en la primera ronda.
En la final se encontraron de nuevo argentina y
Holanda, repitiendo el partido de Alemania 1974 cuando los holandeses golearon
4- 0. Esta vez, el partido finalizó empatado 1-1 en el tiempo reglamentario y
luego en el tiempo suplementario Argentina venció 3-1 a los europeos y por fin
los jugadores levantaron la copa que les fue esquiva en la final de 1930.
El general Videla quedó feliz, todo había salido
perfecto. Un excelente mundial, Argentina
Campeón[2].
La gente salió en masa a celebrar en las calles. Esas calles que les habían sido vetadas por
la reglamentación del gobierno que prohibía manifestaciones públicas
masivas.
Tiempo después cuando se indagó a los jugadores
sobre su posición frente al régimen de terror que vivió el país, Daniel
Passarrella, capitán el equipo respondió “…El mundial del 78 sostuvo el
régimen, tapó todo …”. Otro jugador de aquel seleccionado campeón del mundo, “el
pato” Fillol, reconoció: “… Yo personalmente ignoraba todo, como la mayoría de
los muchachos. Nosotros nos empezamos a enterar de las cosas que pasaban en el
país después del mundial. No había difusión, porque manejaban todo los
militares en ese entonces. Después se fueron destapando algunas cosas hasta que
cayó el gobierno, pero no sabíamos nada”.
[1]
Las Madres de la Plaza de Mayo es asociación de mujeres que se creó durante
(contra) el gobierno de Videla para reclamar por la vida de sus hijos
desaparecidos. Todos los días jueves las
madres (luciendo una pañoleta blanca en la cabeza) hacían una ronda alrededor
dela Pirámide de Mayo en la plaza del mismo nombre situada al frente de la casa
de gobierno.
[2]
Luego del regreso de la democracia Argentina en 1983 Jorge Rafael Videla fue sentenciado a prisión
perpetua por crímenes de lesa humanidad.
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