EL DEPORTE DE HOY/Consideraciones sobre el deporte como instrumento político y herramienta ideológica


(Publicado en el libro libro Estudios Socioculturales del Deporte. Ed. Kinesis.  Armenia-Colombia, 2012)


Resumen

El deporte, en sus diferentes manifestaciones, es la actividad social de mayor cobertura cultural del mundo contemporáneo.  En su permanente desarrollo ha sobrepasado su intencionalidad inicial integradora y festiva para convertirse en una de las industrias más productivas de la actualidad.  En esta dinámica, y gracias a su alta capacidad de penetración, ha sido utilizado con alguna intencionalidad, y es así como el deporte se nos presenta de forma permanente como instrumento político, herramienta ideológica y producto de mercado de alto nivel.  En el presente documento se planea un análisis directo del fenómeno social de mayor desarrollo en el último siglo; se tratan aquí momentos deportivos conocidos por todos, que sumados a una revisión bibliográfica, permiten lograr un mejor panorama de la situación para lograr así una mirada amplia sobre la dinámica del deporte de hoy.

Introducción

Para iniciar, es importante llamar la atención sobre el hecho que en la mayoría de los casos, el nivel de desarrollo deportivo de un país se corresponde con el nivel de desarrollo económico del mismo.  En gran medida, los resultados deportivos obtenidos en la arena internacional reflejan por un lado, las posibilidades de inversión económica en este sector y por otra parte, la importancia que brindan los países a su desarrollo competitivo.  Como norma, en la tabla de medallería de los Juegos Olímpicos, máximo certamen deportivo del mundo, los primeros lugares son ocupados por los países más poderosos de la esfera industrial:  Estados Unidos, China, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Rusia, Australia y Japón[1]. Se exceptúan en esta afirmación los resultados en las modalidades deportivas de cobertura internacional que se hacen representativas para algunas naciones y que por múltiples factores han logrado mantenerse en escenarios competitivos de alto nivel, aún en condiciones económicas diferentes a las mencionadas;  tal es el caso del atletismo africano o del fútbol suramericano. 

Para el desarrollo del tema, se debe reconocer el hecho que cada sociedad construye el cuerpo que necesita.  La concepción del cuerpo individual y colectivo, y las diferentes formas de vivenciar esa corporeidad dependen directamente del imaginario colectivo sobre el ser físico y no físico (espiritual) que caracterice la comunidad en cuestión, en determinado momento histórico.  La vivencia corporal, en todas sus manifestaciones se constituye en la materialización de las creencias, tradiciones, costumbres y hábitos que cada sociedad tenga con respecto al cuerpo.  Históricamente el cuerpo humano no ha cambiado significativamente en los últimos diez mil años, sin embargo, el concepto de cuerpo ha evolucionado en dependencia de las circunstancias históricas que determinen las relaciones sociales específicas del entorno en el cual se desarrollan; entendiéndose aquí estas relaciones como necesidades particulares de cada sociedad. 

La sociedad contemporánea, tecnológicamente adelantada, presenta características específicas con respecto al cuerpo y a la actividad física.  Estas caracerísticas presentan formas diferentes a las que se evidenciaban en décadas anteriores y reflejan la situación actual.  Algunas de ellas se anotan a continuación: 

-Marcada disminución de la necesidad del trabajo físico en las actividadescotidianas y laborales.
-    Evidente reducción de los espacios abiertos para la práctica deportiva debido a laurbanización de las ciudades.
-    Nueva tendencia en las relaciones de la familia moderna, en la cual ambos padres trabajan y por lo tanto los hijos quedan sólos en la casa o a cuidados de personas ajenas al círculo familiar.
-  La escenificación corporal ha logrado convertirse en el centro de las demás relaciones interpersonales.
-     Importantes adelantos científicos que han favorecido la proyección de vida de las personas.
- Tendencia hacia el aumento del tiempo libre (no laboral) en la vida de las personas.

Estos elementos han generado una nueva relación frente a la actividad física y al deporte. Por un lado, como se anotó anteriormente, se ha reducido de manera casi definitiva la actividad física diaria,  mientras que por otra parte, para solucionar el problema, se ha desarrollado una campaña educativa a nivel internacional sobre los efectos negativos del sedentarismo, haciéndose énfasis en la necesidad del ejercicio regulado como forma de evitar las nefastas consecuencias de este sedentarismo.  Esta situación ha generado varias dinámicas:   

-  Los gobiernos nacionales y regionales desarrollan de manera permanente campañas sobre los aspectos referenciados y crean espacios alternos, que buscan  inculcar en las personas el hábito hacia el ejercicio físico.
- Se presenta un aumento significativo de las actividades deportivas extracurriculares, organizadas por los colegios.  Hoy en día, es muy difícil imaginar un centro educativo (jardín infantil, colegio o universidad), que no cuente con adecuados escenarios y programas para dicha práctica.
-        Existe una nueva organización de escuelas y clubes para la práctica deportiva en diferentes instituciones.
-        La actividad física con fines de salud se ha convertido en un importante bien de consumo.
-       Los escenarios tradicionales como el parque, y la calle han perdido su posición debido a que en ocasiones son escenarios de situaciones no deseables.  Por esta razón, los padres tratan de sistematizar la práctica deportiva de sus hijos, en clubes y organizaciones que los atienden con horarios posteriores a la jornada escolar, como forma de garantizar la utilización adecuada del tiempo libre. 
-  Crecimiento acelerado de la llamada “industria del entretenimiento” que pretende dar solución a las nuevas necesidades de ocupación del tiempo no laboral; en este escenario la principal oferta es la deportiva en sus múltiples presentaciones.

En el último siglo el cuerpo adquirió  un papel protagónico en el conjunto de relaciones sociales.  Aspectos relacionados con la salud, la higiene, la estética corporal, la preparación para el trabajo, la actividad militar, la comercialización de productos, la vivencia de nuevas formas de sentir y hacer; y los miles de productos de consumo que se nos presentan a diario, han creado necesidades que anteriormente no existían.   La actividad física con fines saludables se ha convertido en uno de los negocios que mueve mayor cantidad de dinero alrededor del mundo.  De igual manera la industria de la estética (maquillaje, cirugía plástica, entrenamiento en gimnasios, nutrición, ropa, etc) y la globailización de patrones impuestos de belleza han desarrollado hasta niveles elevados la industria de la escenificación corporal.    Toda esta situación ha revolucionado los hábitos, las costumbres y las necesidades particulares y sociales con respecto a los temas relacionados con la cultura física.

El concepto amplio de cultura física en una consideración que enmarca de manera general las diferentes manifestaciones con respecto al cuerpo y sus expresiones de movimiento.  De manera flexible se entienden aquí las manifestaciones de movimiento generales y específicas de un colectivo poblacional, la actividad física con fines de salud, la recreación a todo nivel, la educación física que se desarrolla principalmente en escenarios escolares y el deporte en sus diferentes manifestaciones.  Todas estas expresiones son fenómenos sociales históricamente condicionados; su orientación, sus objetivos, la organización y las formas de desarrollo, están regidas por las relaciones sociales y las necesidades del medio en el cual se desenvuelven.   El altísimo nivel de desarrollo que ha logrado el deporte competitivo de hoy, ha sido posible gracias a que éste se ha convertido en un medio efectivo de alguna intencionalidad.  No es entonces por casualidad, como se anotó anteriormente, que los países altamente desarrollados son los que ocupan los primeros lugares en el plano deportivo internacional.

En tèrminos generales se considera deporte a la actividad física, caracterizada por un entrenamiento sistemático, orientado hacia el logro de alto rendimiento deportivo, con fines competitivos.  Cualquier elemento que falte aquí nos pone de manifiesto en otro tipo de actividad física pero nos aleja del deporte. Sin embargo, se debe reconocer que el concepto de deporte al igual que las diferentes actividades sociales presenta un carácter amplio, flexible y cambiante y enmarca en él las diferentes posibilidades de su manifestación tales como, deporte comunitario (con fines de integración), deporte escolar (orientado hacia el desarrollo de valores), deporte univesitario (con el objetivo de vinculación afectiva hacia las instituciones), deporte corporativo (que pretende elevar la productividad de las empresas) y la forma de deporte más popular en nuestros días, el “deporte para todos”(con objetivos de salud). 

En términos puristas el deporte competitivo implica la maestría deportiva y  su expresión más clara, el alto rendimiento, que se constituye a su vez en la máxima expresión del rendimiento humano.  Al hablar entonces de deporte de alto rendimiento tenemos que hacer consideraciones importantes con respecto a su dinámica, la principal de ellas, es que el deporte de alto rendimiento no es necesariamente sinónimo de salud; la exposición permanente del organismo a cargas límites que lo obligan a adaptaciones agudas y crónicas; y la acumulación de este trabajo de manera sistemática durante varios años permite que los deportistas más talentosos y disciplinados en su proceso logren los resultados y récords que todo el mundo aplaude; pero también implica este proceso que para que algunos pocos lleguen a ese nivel, muchos han quedado por el camino debido a que no han podido soportar la exigencia o porque las  lesiones se han hecho presentes en ese intento

Los orígenes del deporte contemporáneo

Como es bien sabido, el deporte moderno como estructura social es producto de la revolución industrial de la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX.  Varias circunstancias fueron creando el entorno ideal para que una actividad recreativa de carácter social de las élites burguesas y aristocráticas se fuera moviendo paulatinamente hacia escenarios populares.  Por un lado, la afluencia masiva de gente hacia las ciudades, debido al proceso de tecnificación de la producción fue generando una peligrosa acumulación sectorial mientras que por otra parte, las reivindicaciones laborales de los obreros fueron dando paso a jornadas que dejaban mayor cantidad de tiempo libre.  Adicionalmente, existía una evidente necesidad de  inducir a la población hacia modernas maneras de comportamiento que permitieran su mejor inserción en las nuevas formas de producción.  La actividad deportiva vino a dar solución a todas estas necesidades en virtud que fue de gran aceptación entre la población.  En algunos casos se presentó en una forma dirigida y controlada, mientras que en otras situaciones se manifestó como una actividad espontánea. La práctica deportiva permitió entonces la generación de dinámicas que favorecieron el sistema productivo del momento.  Situaciones tales como el sistema de reglas, penalizaciones y estímulos en el área deportiva fueron transferidas a la actividad laboral.  De igual manera, el cuerpo agrario se fue acomodando al cuerpo urbano y asì mismo la actividad física deportiva fue moldeando nuevas formas de relación con ese nuevo cuerpo.  Entre todos los beneficios, la recreación activa (práctica) o pasiva (espectadores) fue generando espacios diferentes de ocupación del tiempo no laboral[2].

Es aquí precisamente en donde el estudio de la actividad deportiva competitiva encuentra históricamente, incluso hoy en día, uno de los más fuertes debates, en el cual caben todas las miradas y todas las opiniones.  Se pueden considerar al deporte como la actividad recreativa que desde la idea romántica del esfuerzo permanente busca el éxito, que en el escenario competitivo se simboliza en una medalla (deporte aficionado); al respecto el sociólogo Aldoux Huxley plantea:  “El Deporte es uno de los grandes descubrimientos de los tiempos modernos” (Ruiz, 1991, 4).  Por otro lado,  se presentan conceptos encontrados que referencian el deporte como actividad ideada, desarrollada y controlada por las clases dominantes como forma de actuar sobre la masa de población que se ve atrapada en sofismas, Al respecto Brohm anota:  ”En la actualidad, el deporte significa un poderoso medio de embrutecimiento intelectual y de adoctrinamiento moral”[3].

El deporte en la sociedad actual

Para su estudio, el deporte no puede ser tratado exclusivamente como fenómeno deportivo aislado sino como una manifestación cultural de cobertura universal que afecta otras esferas sociales y que a su vez está afectada por ellas.  El  mundo del deporte contemporáneo es mucho más complejo de lo que se nos revela a primera vista.  En su permanente desarrollo presenta diferentes facetas que justifican y explican el por qué de su importancia en el campo de las relaciones sociales actuales.  El deporte es uno de los principales elementos que hacen parte del conjunto de valores materiales y de costumbres que conforman la cultura de la sociedad contemporánea. Debido al carácter masivo de su práctica, es un medio ideal para vender productos,  promover eventos,  propagar ideologías y en general para llamar la atención sobre algún elemento en particular.  Recientemente el deporte ha sido escenario de manifestación de violencia de diferentes formas poniendo de manifesto el hecho que en muchos casos el deporte es víctima de la violencia social imperante en diferentes ambientes, pero que a su vez es un agente generador de diferentes formas de violencia.  Observamos igualmente, cómo  a diario y en forma permanente se crean nuevos deportes, se desarrollan nuevos torneos, y se organizan diferentes pruebas de competición, aumentándose así la cantidad de los eventos deportivos en el mundo.  Este hecho nos induce a todos, de manera directa o indirecta, a  la participación, activa o pasiva (televisión), del movimiento deportivo internacional.

El crecimiento acelerado del movimiento deportivo en el último siglo, ha obligado a crear instituciones supranacionales independientes para organizar y dirigir su actividad competitiva a nivel nacional e internacional.    Así pues, el deporte se convierte entonces en una organización social dentro del esquema formal de la sociedad que ha generado nuevas formas de jerarquía internacional, diferentes a las tradicionalmente establecidas.  De manera concreta se referencia que en el plano internacional es muy diferente el tratamiento que puede recibir un país del tercer mundo en una conferencia sobre política o economía, con respecto del tratamiento que recibe cuando se trata de aspectos deportivos, y el país en cuestión es importante para el evento.  Kenya y Etiopía, por ejemplo, ocupan lugares muy diferentes en el plano económico y político, comparados con el plano del atletismo internacional.  Igual situación ocurre con el fútbol suramericano, que debido a su tradición histórica y a su excelente representatividad ha logrado un alto nivel de reconocimiento en la esfera deportiva internacional.  Tenemos entonces que reconocer que el deporte plantea la posibilidad de una nueva estructura internacional.  Un caso que ilustra esta situación la tenemos en el evento deportivo más importante del año 2006, el mundial de fútbol de Alemania.  Para el evento197 selecciones (casi la totalidad de las pertenecientes a la FIFA) participaron en las rondas clasificatorias, alcanzándose así un nuevo récord histórico de participantes.  Este número superó ampliamente el de los 192 países miembros de la  ONU en ese momento, situación que pone en evidencia lo anteriormente mencionado. 

Otro importante aspecto a considerar, ante esta realidad de globalización del deporte internacional, es el hecho de que las manifestaciones deportivas autóctonas están experimentado un retroceso.  Vemos cómo día a día se imponen de manera definitiva las modalidades deportivas y competitivas que son de “aceptación” internacional y en consecuencia, en la mayor parte del mundo, la práctica de los deportes populares tradicionales ha disminuido entre la juventud.   Esta situación puede presentar diferentes miradas;  por un lado,  se considera al deporte como la posiblidad real de la integración entre las diferentes sociedades mediante la práctica competitiva; pero por otro lado, es probable que se interprete a esta globalización como un elemento que atenta contra las identidades nacionales y pérdida de sentimiento nacional de la juventud.  El tema está abierto, pues en un mundo que tiende  hacia la globalización, debemos reconocer que en este proceso no se permite la participación de todas las naciones en igualdad de condiciones en el reparto de los beneficios de un mundo global.  Es aquí, cuando el debate sobre los sentimientos nacionalistas presentan mayor seriedad, pues no se pueden establecer con exactitud los alcances de cada una de estas posiciones, que confrontan la posibilidad de un mundo futuro compartido, frente a un mundo futuro repartido entre unos pocos.

El deporte en sus diferentes manifestaciones ocupa un lugar fundamental en el conjunto de relaciones de la sociedad actual.  Hoy, se ha ampliado el marco de referencia de la actividad física y el deporte hasta un punto antes inimaginable. El barón Pierre de Coubertain, quien lideró a finales del siglo XIX el movimiento de reinstauración de los Juegos Olímpicos, estaría maravillado al observar que de una participación de 241 deportistas provenientes de 13 países, en los primeros Juegos en Atenas en 1896, se pasara un siglo más tarde, a una cobertura de más de 10.500 atletas de 204 países en Beijing 2008.  Ya lo planteaba en su momento el presidente del COI Juan Antonio Samaranch, al manifestar “Los Olímpicos son el movimiento social más importante y más prestigioso del mundo contemporáneo” (SIMPSON, JENNINGS, 1992).

 Las funciones que cumplen la actividad física y el deporte en el marco de una sociedad particular dependen de las condiciones específicas en las cuales se desarrolla esa sociedad.   En diversas situaciones se hace evidente que se anteponen intereses extradeportivos en el marco del deporte. Los niveles de comercialización de los eventos han llegado al límite del absurdo, como el caso de pagar, por ejemplo, más de 2 millones de dólares por 30 segundos de publicidad en televisión durante la transmisión del  superbowl (final del fútbol americano), hasta convertir a los deportitas en parte de campañas publicitarias, ideológicas y propagandísticas de algún tipo.  De manera puntual podemos referenciar aquí la admiración que se tiene por los atletas de alto nivel, que llega casi a la adoración mitológica.

La presencia  del deporte en diferentes marcos de referencia social, ha permitido que éste haya sido utilizado para promover alguna idea o desviar la atención sobre algunos asuntos del orden social en determinado contexto.   Esto se evidencia claramente durante la celebración de los mundiales de fútbol o de eventos de similar magnitud con un alto nivel de convocatoria, cuando vemos que las demás noticias nacionales pasan a un segundo plano y la noticia deportiva, cubre el principal momento de la información.

El movimiento deportivo como institución, sigue creciendo y desarrollándose de manera permanente.  El simple hecho de que en los diferentes noticieros de la televisión las notas deportivas ocupan cerca del 25% del espacio del programa, nos pone de manifiesto la importancia que tiene el deporte en la sociedad actual y en condiciones normales, ya que en el marco de un evento de la magnitud del mundial de fútbol, los Juegos Olímpicos o la final de algún campeonato importante, la cobertura de los medios sobre los aspectos pre y post evento ocupan un porcentaje mucho mayor. 

Seguidamente, analizaremos las principales características del deporte actual como ilustración de los aspectos anteriormente mencionados.


Características del deporte en la actualidad

-          Consolidación de la actividad deportiva como expresión cultural de cobertura universal con atención permanente de los medios de comunicación.
-       Aumento significativo en la cantidad de competencias a todo nivel,  desde categoría infantil hasta los torneos de alto nivel. 
-   Globalización de las modalidades deportivas, con la consecuencia que el deporte autóctono pierde terreno en los diferentes países.
-     Permanente evolución del desarrollo deportivo sustentado en un profundo carácter científico del deporte. 
-      Alto nivel de especialización de los deportistas, considerándose extensivamente una temprana profesionalización.
-      Constante obsesión por romper marcas y récords, motivada por la prensa y las empresas patrocinadoras de deportistas.
-           Gigantismo del movimiento deportivo internacional y sus organizaciones rectoras.
-           Gran inversión económica de los países ricos en la organización de los eventos.
-    Comercialización excesiva de los diferentes eventos y por lo tanto apropiación del deporte por compañías comerciales.
-   Indeterminada (imposible) diferenciación entre deporte aficionado y deporte de rendimiento.
-   Facilidad de acceso para la práctica a cualquier nivel. Entre más fácil sean la comprensión y la práctica de un deporte, mayor cantidad de adeptos va a tener.
-           Alta movilidad de deportistas.

Todo este panorama, nos presenta una mejor visión del rol del deporte en la sociedad actual.  Lejos quedaron los tiempos en los cuales se hacía única referencia del deporte sobre temas   relacionados exclusivamente con su práctica directa con objetivos recreativos o románticos.  Muchas de las características enunciadas explican su evolución, pero la principal de todas es  su alta capacidad de penetración.  El deporte tiene la posibilidad de entrar en todos los países, todas las sociedades, todas las culturas, todas las edades, todas las clases sociales y a todos los géneros.  No hay ninguna otra actividad social que presente tal nivel de proyección.  Debemos reconocer, por ejemplo, que la bandera olímpica con los cinco anillos es una de las imágenes de mayor aceptación a nivel internacional y que el balón de fútbol es uno de los objetos más populares en cualquier sociedad contemporánea;  en esa misma línea, no es un riesgo decir que la palabra “gol” es seguramente la más reconocida en todo el mundo.

El papel del ídolo deportivo

“Quiero convertirme en el ídolo de los pibes pobres de Nápoles, porque son como era yo cuando vivía en Buenos Aires”.
Diego Maradona a su llegada al Nápoles, en 1984.

El papel principal de toda esta construcción social lo juegan los ídolos deportivos.  Son los deportistas y sus logros los que se constituyen en el motor principal que mueve esta megaestructura.  Más allá de sus marcas y registros, los deportistas se convierten en los actores principales del mundo del espectáculo deportivo del momento.  Esta situación que cada vez se hace más notoria ha conllevado a que hoy en día los equipos y patrocinadores no sólo adquiren los derechos deportivos de un atleta, sino que adquieren de igual manera los derechos publicitarios.  En muchos casos, los deportistas de alto nivel logran mayores ingresos por sus contratos publicitarios que por sus salarios deportivos y premios.  Es así como algunos clubes logran dividendos superiores por el uso de su imagen a los logrados por los resultados.  Los deportistas de éxito cada vez representan menos su actividad deportiva y se convierten en actores del más exitoso espectáculo del momento. 

Los deportistas de alto nivel, que logran triunfos a nivel internacional, se convierten en símbolos de éxito; son  la materialización del concepto de bienestar, pues además de solvencia económica logran reconocimiento social en todas las esferas.  El héroe deportivo que ha logrado el reconocimiento mundial demuestra la posibilidad del éxito gracias a una alta inversión de disciplina, esfuerzo y sacrificio.  Toda esta simbología  hace que los deportistas sean objeto de total aceptación social y así mismo,  que se conviertan en la mejor vía para la promoción de productos y la propagación de ideas, debido al gran poder de influencia que tienen sobre el resto de la población. 

A este respecto se presentan dos posiciones diametralmente opuestas.  Por un lado, la concepción de algunos especialistas, para los cuales los deportistas profesionales de alto rendimiento se convierten en mercancias manipuladas por el poder ideologico y politico.  Se plantea que esta mitología deportiva hace parte de la ideología burguesa que dirige y controla todos los sectores productivos de la sociedad y que la influencia de los ídolos pretende contribuir con el proceso de adormecimiento social que se desarrolla a través del deporte.   Al respecto Brohm plantea: “El deporte se ha convertido hoy, totalmente, en un engranaje del capitalistmo monopolista de Estado, cuyos sirvientes son los campeones. El campeón, de ahora en adelante atleta de estado, no es más que el portavoz del gran capital en el mercado deportivo, el agente propagandistico de la burguesía”[4].  Por otro lado tenemos una opinión diferente de algunos especialistas de diferentes áreas que consideran que es normal del género humano el contar con referentes a imitar. En otras palabras se plantea que toda sociedad necesita de ídolos para emular y que estos ídolos permiten que las nuevas generaciones se muevan por los caminos que la sociedad ha fijado como adecuados en su línea de desarrollo, y ese es precisamente el papel que de manera directa o indirecta juegan los ídolos deportivos de cada nación en ese contexto concreto. 

Al igual que en casos anteriores queda a criterio propio el escuchar, discernir y tomar posiciones personales.  En todo caso, seguramente tendremos que reconocer que independientemente del análisis socioeconómico del papel del héroe deportivo en la sociedad, se reconoce en todos ellos su demostración de disciplina, persistencia y tenacidad.  Más allá de cualquier manipulación, el deporte es la demostración de belleza, y de arte; es la simbolización de lo bueno, de la posibilidad de la esperanza y escenario de inspiración.  Para los románticos del deporte este se convierte en una de las principales formas de materialización de sueños y de superación de las barreras personales. 

Integración nacional y expresión de nacionalismos

El éxito de los deportistas de un país, en mayor o menor grado es utilizado por los gobiernos como forma de fomentar la unión nacional alrededor del triunfo. Acerca de si los sentimientos nacionalistas benefician  o perjudican el desarrollo social de un país, mucho se puede decir.  Argumentos a favor y en contra tenemos de sobra.  La cuestión en este caso se centra sobre dos aspectos fundamentales;  el primero es el cuestionamiento acerca de si  en un mundo cada vez más globalizado y accesible para todos,  las manifestaciones  nacionalistas favorecen el desarrollo de un país y sus relaciones con los demás;  o si por el contrario, estas manifestaciones generan en el imaginario colectivo una idea errada de la concepción de país al interior del mismo y hacia el extranjero.  Tenemos entonces aquí dos nuevos cuestionamientos, por un lado acerca de la importancia para un país el reforzamiento de estos sentimientos o si por el contrario se debe propender por la formación de ciudadanos con carácter universal.  Esta es una situación de amplia discusión.  Para entender mejor, debemos reconocer que uno de los factores importantes para crear una sólida base del desarrollo de un país es el grado de compromiso de sus ciudadanos con este desarrollo.  Obviamente este compromiso presentará mayor incidencia si se presenta un sentimiento de identidad reflejado en una actitud de pertenencia nacional.  Sin embargo, esta actitud presenta un carácter alarmante cuando en diferentes escenarios y de manera particular en el deporte  se hace demostración de excesivos nacionalismos.  El deporte competitivo, debido a su amplia cobertura y su esencia inicial, la confrontación con rivales, ha sido desde siempre el escenario de demostración de estos sentimientos denominados nacionalistas y desafortundamente, es en este escenario en el cual se presentan con mayor frecuencia las manifestaciones excesivas y violentas de ese nacionalismo.  Más aún en el fútbol escenario en el cual semanalmente se presentan manifestaciones de regionalismos mal entendidos.  Ejemplos de esta situación tenemos muchos desde nivel municipal hasta niveles internacionales.  Quizá aquí el caso más conocido es el de la llamada “Guerra del fútbol”, conflicto armado entre Honduras y El Salvador, cuando en 1969, un partido de fútbol por la clasificación para el Mundial de México 70,  generó reacciones desenfrenadas de ambos lados y desencadenaron un conflicto bélico en el cual se vieron involucrados los ejércitos de ambas naciones, en una guerra que duró una semana y que se solucionó gracias a la intervención de la Organización de Estados Americanos. Desafortunadamente en este espacio tenemos permanentes ejemplos que ilustran la situación.  El apoyo a las selecciones y deportistas se constituyen en rasgo generalizado de la identidad nacional.  Ese nacionalismo se ve usualmente manipulado por los medios de comunicación que buscan con sus comentarios inflar de manera forzada este sentimiento de patriotismo para generar mayor audiencia a la transmisión de eventos y mayor consumo de los productos patrocinadores.

Revisando la historia, las referencias de deporte como actividad organizada con fines competitivos y con registro de resultados las tenemos de la antigua Grecia y de manera puntual en los Juegos Olímpicos.  Durante más de mil años (desde 776 a.C hasta 393 d.C) los Griegos celebraron cada cuatro años estos juegos.  Aunque su origen tiene varias versiones, cabe destacar el hecho que los Juegos tuvieron un carácter religioso, de manera concreta en homenaje al dios mayor, Zeus.  La celebración y el tiempo previo a la misma, contemplaban una tregua sagrada entre todas las ciudades-estado de la antigua Grecia.  Cada polis  enviaba a sus mejores hombres cada cuatro años a representar  su ciudad y su gente.  Aunque no existían premios económicos en el evento, los vencedores se convertían en héroes en cada una de sus ciudades y gozaban de privilegios y gloria hasta el final de su existencia.  En un mundo en el cual la confrontación bélica entre las diferentes poleis (a veces se integraban ligas conformadas por varias ciudades) la victoria en el escenario de los Juegos era la máxima aspiración de cada ciudad.  La posibilidad de vencer al rival en el escenario deportivo era la forma de refrendar victorias en el campo de batalla o por el contrario la forma de vengar alguna derrota.  Es bien es claro que adicionalmente al concepto religioso e integrador de los Juegos, estos sirvieron como elemento reforzador del sentimiento nacionalista de la nación griega de entonces[5].    Tenemos entonces aquí las referencias más antíguas de la utilización del deporte como forma de reforzar el sentimiento nacionalista de los ciudadanos. 

En el mundo moderno, la primera referencia que tenemos sobre la utilización del logro deportivo con esta orientación la encontramos en  Finlandia.   Este país estuvo bajo la dominación Sueca durante varios siglos, hasta cuando fue anexada a la Rusia Zarista en 1809.  Posteriormente, en 1917, luego de la revolución bolchevique, el país escandinavo logró su independencia definitiva.  En el proceso previo a la consolidación política, el país enfrentó luchas internas por el poder y dentro de los diferentes mecanismos para la consolidación de la unidad nacional y para el desarrollo de una conciencia de país se utilizó el deporte.  “Finlandia fue el primer país del mundo en que el éxito internacional del deporte fue organizado sistemáticamente con el fin de fomentar la integración nacional de la sociedad” (Seppanen,    51.  Citado por Lüschen y Weiss).    Un actor fundamental de esta estrategia fue Paavo Nurmi, especialista en las pruebas  de atletismo, quien en los primeros Juegos Olímpicos de la postguerra, en Amberes (Bélgica) en 1920,  se consagró como uno de los mejores deportistas del atletismo hasta ese momento.  Para ratificar el título, repitió su hazaña en Paris en 1924.  Paavo Nurmi es uno de los pocos atletas del mundo que ha logrado 9 medallas de oro en el marco de los Juegos Olímpicos.   Para exaltar sus logros, el gobierno finlandés le erigió una estatua (aún en vida) en el estadio nacional de Helsinki, y se le reconoce hasta hoy como la figura más importante del deporte finlandés. 

Para mayor ilustración sobre este aspecto nos refereriremos de manera puntual a casos particulares en la esfera del deporte competitivo de alto nivel.

El deporte de estado de la URSS


“En la Unión Soviética la Cultura Física y el Deporte son objeto de la preocupación y la atención constantes del Partido Comunista, del Estado soviético y de todo el pueblo.  Actualmente la Cultura Física y el deporte se han convertido en aspecto inseparable de la forma de vida soviética socialista”. (KUZMAK, 1987)



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“Gloria para los deportistas soviéticos”

La Unión Soviética participó en el escenario olímpico desde 1952 hasta 1988.  Para el año 1992, luego de la desintegración del país ocurrida en 1991, participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona bajo el nombre de Comunidad de Estados Independientes y a partir de ese momento cada república participó por separado.  La característica principal del escenario olímpico internacional, a partir de 1952, fue la permanente confrontación ideológica, política y económica de los dos grandes bloques económicos, el capitalismo y el socialismo, representados principalmente por las dos grandes potencias deportivas, La Unión
Soviética y los Estados Unidos.  Estos dos países rivalizaron de manera permanente por la supremacía del deporte mundial implementando formas completamente diferentes en su desarrollo, cada una con una orientación acorde con sus necesidades, orientaciones y posibilidades.  Ganar en el escenario deportivo, especialmente en el campo olímpico no sólo fue la consigna del deporte estatal de la URSS, sino que fue una consigna impuesta desde la más alta cúpula política.

La base del desarrollo deportivo de la antigua Unión Soviética lo constituyó una sólida estructura de integración de los sistemas de educación física  escolar, los grupos de salud, los colectivos de cultura física y las sociedades deportivas voluntarias. La masificación del deporte fue la base para el desarrollo del alto rendimiento.  La educación física escolar se orientaba hacia los aspectos generales de desarrollo motriz en niños y permitía de manera efectiva la detección de talentos deportivos desde edades tempranas.  El país gozaba  de buenas instalaciones deportivas en la mayoría de las ciudades y contaba con entrenadores de alta calificación para el trabajo con los diferentes grupos poblacionales.  Un aspecto fundamental en esta estructura fue la estrecha relación de los programas académicos universitarios con los planes de entrenamiento de los deportistas élite, hecho que les permitía entrenar a alto nivel y estudiar bajo condiciones especiales.   


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“Todos los récords mundiales  deben ser nuestros”

Atendiendo a la antigua consigna de “deporte aficionado”, en la URSS no existía de manera formal el deporte profesional.  Esta figura contrastaba directamente con el concepto ideológico del deporte social y se constituía en objeto de  crítica al sistema mercantilista del deporte en el sistema capitalista.  Sin embargo, había otra modalidad que era el deporte subvencionado por el estado, modalidad que siempre presentó reclamos por parte de los países rivales de occidente, pues lo consideraban una forma de profesionalismo enmascarado.  Como norma los miembros de las diferentes selecciones nacionales figuraban en la nómina de fábricas y otras entidades como trabajadores.  La entidad que albergaba el mayor número de los deportistas eran las fuerzas armadas y su club CSKA.   Muchos de los deportistas que vimos triunfar en Juegos Olímpicos y otros certámenes de alto nivel eran miembros activos del ejército soviético (por lo menos en teoría).

Esta forma organizativa implicó una elevada inversión social y económica en este sector y se consideró un elemento fundamental en el proceso de unificación ideológica de la nación.   Sobre la base de esta masificación de la actividad física y el deporte estaba el concepto de la preparación para el trabajo y para la guerra.

“La preocupación por el desarrollo de la Cultura Física se desprende del objetivo principal de la sociedad: la construcción del comunismo. El comunismo presupone el desarrollo más completo del todas las fuerzas espirituales y fisicas del hombre, la combinación armónica del desarrollo físico y espiritual”.  (P.91)

Los deportistas soviéticos se constituían en una élite privilegiada dentro de la estructura social del estado, posición que permitía derechos especiales tales como acceso a la ropa deportiva de occidente, una mejor alimentación y la posibilidad de viajar al extranjero.  Los campeones olímpicos recibían una pensión que garantizaba su manutención de por vida y adicionalmente lograban con mayor facilidad el cupo para obtener un apartamento o un automovil. 

Todo este sistema tenía un objetivo social perfectamente identificado, la formación del hombre nuevo.  El hombre integral que requería el comunismo futuro.

El Deporte en Los Estados Unidos, ideología y dinero

 “!Cuando Ben Jonson y yo luchábamos en las pistas antes de las Olimpiadas de 1988, éramos sin duda artistas y no sólo atletas.  Los promotores de las pruebas nos trataban como artistas, nos pagaban como a tales!”.  Carl Lewis.

Al igual que en el caso soviético en los Estados Unidos el deporte es uno de los elementos fundamentales en el proceso de construcción idieológica de la sociedad.  A mediados del siglo XIX los pedagogos estadounidenses determinaron que el deporte se ajustaba a los lineamientos de la nueva pedagogía atractiva a los practicantes y favorecía el desarrollo de valores fundamentales tales como la competitidad, la igualdad de oportunidades y la posibilidad del logro de metas gracias al trabajo dedicado.  Diferentes estudios muestran que para la mayoría de los padres estadounidenses, el deporte se constituye en una importante escuela para la vida profesional futura.  Esta sociedad caracterizada por una permanente competencia y una mentalidad de rápida movilización hacia el ascenso en la escala social, encuentra que son los mismos valores del deporte los que se enfrentan en la realidad.  En el medio deportivo los niños aprenden a jugar en equipo, a sacrificarse por el éxito y a sobreponerse a los rivales. 


                                   
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En la sección infantil de las librerías se encuentran libros biográficos de los héroes nacionales deportivos.

El deporte competitivo está establecido como un escenario de aprendizajes para la vida futura.  Esta intención, inicialmente sana, ha llegado hasta niveles tan altos de competitividad en los niños, que muchos especialistas están hoy en día cuestionando el “beneficio” que se recibe mediante esta permanente disposición hacia la rivalidad y la excesiva valoración de los logros de los niños deportistas.  Muchos estudios han mostrado cómo hoy en día el número de lesiones (absoluto y relativo) en categorías infantiles y juveniles es superior al de décadas anteriores.

La base del deporte profesiona y olímpico es el deporte universitario, que en este país se caracteriza por su alto nivel de comercialización.  Los eventos de la NCAA, presentan un alto nivel de audiencia nacional y de asistencia a los estadios.  Las normas no permiten que ningún jugador de este ciclo reciba dinero de un patrocinador, aunque es permitido que los más destacados logren becas deportivas.  La realidad muestra cómo los atletas más sobresalientes de secundaria reciben ofertas económicas significativas para que ingresen a las universidades interesadas en contar con sus servicios. 

El béisbol, el baloncesto y el football americano son los deportes tradicionalmente más populares en los Estados Unidos y en la actualidad  el fútbol soccer el deporte más popular en los colegios de secundaria.   Las temporadas de competencia de cada deporte se establecen de tal manera que no coincidan los eventos principales de cada uno, es así la teleaudiencia esté durante todo el año pendiente de diferentes modalidades competitivas.  El bèisbol con más de 100 años de historia, es el deporte de los estadounidenses con mayor participación de las minorías, con cerca del 30% de extranjeros en la MBL[6].  Este deporte hace parte del conjunto de tradiciones culturales que conforman la identidad nacional, es deporte de masas, evento recreativo de gran sintonía y sobretodo una de las industrias más lucrativas, que mueve anualmente miles de millones de dólares. La transmisión por televisión cuyo mercado supera cerca de 90 millones de hogares afiliados a ESPN y 64 millones a OLN, son el principal negocio dentro del país y fuera de él.  En el mundo existen más de100 fedeaciones nacionales y este deporte tradicionalmente estadounidense se ha convertido en actividad muy popular en Europa, Australia y el  lejano Oriente.   El béisbol goza de alta sintonía en  China[7], Korea y Taiwan, y es junto con la música el principal elemento en la llamada “americanización” de la sociead Japonesa[8].  


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Todo este andamiaje cultural funciona sobre la base de una egresiva y efectiva actividad de los medios, quienes no sólo se encargan de la cobertura de los eventos, sino del establecimiento de ídolos del deporte, que ratifiquen el “american dream”.  Muchos de estos ídolos son inmigrantes o hijos de inmigrantes, quienes ponen de manifiesto uno de los principios sobre el cual se fundamenta la sociedad, y es el de la igualdad de oportunidades.

Los jugadores de las diferentes ligas tienen una agitada agenda y hacen su presencia permanente en escuelas buscando enviar un mensaje hacia la juventud y extensivamente creando mercados hacia el futuro.

El caso cubano

“Si alguien me preguntara:  “¿cómo llegaste a la cúspide del deporte? No vacilaría en responder:  ¡gracias a la Revolución que propició el desarrollo del movimiento deportivo en Cuba!   Alberto Juantorena, Campeón Olimpico en 400 y 800 mts planos en Montreal 1972.




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Alegoría a los logros de los atletas cubanos

Los resultados del deporte olímpico cubano rompen con la afirmación (presentada anteriormente) que el nivel de desarrollo deportivo de un país se corresponde con el nivel de desarrollo económico.  Cuba no es un país que pudiéramos considerar rico, por lo menos no en el contexto internacional de las naciones.  En la mayoría de los casos se sitúa en el escenario de países en vías de desarrollo y con gran frecuencia dentro del grupo de países del tercer mundo.  La economía cubana debido a múltiples factores, el principal de ellos, el bloqueo impuesto por Estados Unidos, presenta graves compliaciones que se ven reflejadas en la realidad cotidiana de sus ciudadanos.  Sin embargo, el quinto lugar logrado en los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, y el octavo lugar logrado en los de Atlanta en 1996 son indicadores del más alto nivel de organización deportiva nacional.  Toda esta situación, de alguna manera atípica, encuentra la explicación en el hecho que Cuba, como es conocido por todos, es un país de régimen socialista y el deporte en la estructura social del estado cumple con diferentes funciones, todas vitales dentro del programa político e ideológico del estado. 

El deporte cubano ha sido desde los inicios de la revolución una importante herramienta de unidad nacional y de demostración mundial del éxito del sistema político.  Los éxitos de los atletas cubanos en la arena internacional son aprovechados politicamente como forma de exaltar un sentimiento de nacionalismo hacia el país.   Los deportistas cubanos han sido tradicionalmente los mejores embajadores del régimen. 

La estructura deportiva cubana tiene varios pilares sobre los cuales se sustenta su éxito, estas son: la masificación, un sistema unificado de metodologías y condiciones económicas mejoradas para los deportistas, una adecuada selección de talentos, escuelas de iniciación deportiva y escuelas de perfeccionamiento deportivo.  El estado patrocina todo el proceso, y pese a las limitaciones económicas ha mantenido la estructura en una amplia acción sobre juventudes.  Los premios recibidos por atletas y equipos en la arena internacional van a fondos del estado y de manera extensiva sirven para favorecer todo el sistema deportivo y social; solamente una parte de los estímulos económicos va para los atletas y sus familias.  Esta situación ha ido cambiando debido a las permanentes invitaciones de desertar que se extienden sobre los atletas en eventos internacionales, especialmente en deportes como béisbol y boxeo.

La permanente lucha política con su vecino más cercano y principal opositor político, Los Estados Unidos hacen que cada confrontación deportiva con los norteamericanos presente un carácter especial, más allá de los resultados.  Aunque no debiera ser, son permanentes las situaciones que presentan la extensión de la confrontación política e ideológica entre ambos países.  En los eventos a celebrarse en el territorio estadounidense en ocasiones la obtención de visas para los atletas cubanos presenta mayor dificultad que para el resto de los países.  Adicionalmente, los cubanos han revelado que sus atletas sufren durante los eventos permanente acoso por parte de empresarios norteamericanos que buscan inducirlos hacia el abandono de las delegaciones para recibirlos en el escenario deportivo profesional de los Estados Unidos[9].   Este es el caso de Teófilo Stevenson, uno de los mejores boxeadores de peso completo de todos los tiempos, ganador de tres medallas de oro olímpicas (1976, 1980 y 1988) quien estuvo siempre tentado por la industria del entretenimiento norteamericana por varios millones de dólares para que desertara y se convirtiera en deportista profesional.  El boxeador, al igual que muchos otros,  prefirió una vida sencilla, austeridad en su provincia fortaleciendo así con su decisión el esquema ideológico de los jóvenes deportistas.



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Teófilo Stevenson.  Campeón Olímpico en 1972, 1976 y 1980. 

 En el año 2005 por ejemplo, en el marco del primer  Clásico Mundial de béisbol celebrado conjuntamente en territorio norteamericano y portorriqueño.  Previamente al a celebración del evento, hubo muchas presiones de grupos políticos internos de los EE.UU y de exilados cubanos para impedir la participación  de la selección nacional de Cuba y solicitar a cambio la participación de peloteros cubanos exilados o nacidos en el territorio estadounidense.  Ante estas posibilidades Puerto Rico manifestó que cancelaría su participación como sede, hecho que a la postre conllevó a que los cubanos de la isla pudieran tomar parte en el torneo.  Los Estados Unidos y la República Dominicana, los equipos más poderosos y mejor conformados (la mayoría de sus jugadoes pertenecían a equipos de las Grandes Ligas, la MLB), fueron eliminados en su momento y la final del evento, contra todo pronóstico fue jugada en territorio norteamericano por los equipos de Cuba y Japón.  Los isleños ocuparon el segundo lugar, pero fueron recibidos como héroes por el propio Fidel Castro a su regreso a la isla, enviando así no sólo un mensaje deportivo, sino también político.

El rol integrador del deporte en la nueva Suráfrica

Suráfrica es un país bastante heterogéneo en su conformación poblacional.   La mayoría de sus habitantes es de raza negra (cerca del 75%), mezcla de diferentes etnias.  El 14% de la población es de raza blanca, principalmente de origen británico y holandés;  un 2,5 % de la población es de origen indio y cerca del 9% son mestizos y mulatos descendientes de la mezcla de los primeros colonos holandeses con esclavos de Madagascar, India e indonesia.  El país  cuenta con 11 lenguas oficiales, el principal idioma en la actualidad es el Inglés. 

Durante cerca de cincuenta años el país vivió bajo el régimen del apartheid[10]. Este régimen subsistió hasta 1990 cuando gracias a la presión internacional y a movimientos sociales internos se levantó la prohibición a los diferentes partidos y en 1994 el país eligió como presidente a Nelson Mandela.   A partir de ese momento se inició un proceso con miras a lograr la igualdad económica mediante una igualdad legislativa; pero los rezagos de décadas de discriminación han conllevado a un proceso lento y la mayoría de la población (negra) vive todavía en condiciones de pobreza.  

Entre las presiones contra el régimen racista de Suráfrica, se destaca la insistencia de los demás países africanos ante la comunidad deportiva internacional para bloquear la participación del país en los diferentes eventos. Este hecho condujo a que no se le permitió tomar parte en los Juegos Olímpicos del año 1964 y a partir de ese momento su presencia en el escenario olímpico fue vetada.  En el año 1974 el país fue excluído del Comité Olímpico Internacional y la sanción fue extendida a todo país o deportista del mundo que tomara parte en eventos a los cuales asistiera Suráfrica.  Esta situación solamente cambió luego de las reformas políticas del año 1990 y el país pudo regresar así al movimiento olímpico en Barcelona 1992.

Suráfrica utiliza el deporte como una de las herramientas mediante las cuales se piensa recomponer su sociedad fragmentada por décadas de historia de discriminación.  Gracias a la exaltación de los logros deportivos de sus ídolos se  induce a los niños a soñar con proezas mayores y extensivamente se estimula la participación de los aficionados, generándose así una mejor integración social y un sentimiento nacionalista.

Como forma de generar una mejor imagen del país y aprovechando la riqueza de su naturaleza, se desarrollan a lo largo del año diversos eventos con los que se pretende incentivar el turismo deportivo, buscando así vínculos que favorezcan su futuro económico.  De igual manera, dentro de este proyecto las empresas surafricanas se han venido vinculando a importantes certémenes mundiales en diferentes deportes.  Varias empresas del pais han hecho importantes inversiones en eventos deportivos.  La  principal de ellas, la aerolínea surafricana SAA (Suráfrican Airlines) firmó un contrato como aerolínea oficial de la ATP (Asociación de tenistas profesionales) y adicionalmente, logró incluir el SAA Open como parte del ATP Challenger Series. Todas estas estrategias tendrán como sello final la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol del año 2010. 

La venganza etíope en Roma

Así como algunos deportistas se han consolidado como ídolos reconocidos, también algunos deportes se han convertido en simbolos nacionales o regionales.  Tal  es el caso del atletismo Keniano o Etíope.  Un caso muy recordado, ocurrió en el año 1960, durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Roma, un hecho que ha sido narrado desde diferentes perspectivas tuvo lugar en la prueba de la prueba de la marathón.  El etíope Abebe Bikila, corriendo descalzo logró imponerse en la prueba y se estableció como el primer africano negro en convertirse en medallista olímpico.   Bikila no sólo ganó la prueba, sino que además estableció el récord mundial para la misma.  Este logro tuvo significado especial para la población etíope y Africana extensivamente,  Abebe Bikila ganó la prueba en Roma, muy cerca del sitio de donde habían partido las tropas de Mussolini en 1935 cuando Italia invadió Etiopía.   La victoria en la prueba significó para el pueblo etíope la reivindicación de la humillación y sometimiento a que fueron sometidos por las tropas fascistas del Duce.   A su regreso al país Bikila fue ovacionado como héroe nacional; su logro deportivo marcó un hito histórico para el país y marcó el inicio del desarrollo del atletismo Etíope.


Canadá, un solo país con dos idiomas













Foto 7.  Camiseta de un deportista canadiense en un evento internacional.

Canadá es otro caso importante a mencionar.  El país, está conformado por múltiples grupo étnicos, de los cuales los principales son los descendientes de familias anglosajonas y francófonas.  Las tradiciones de cada una de estas regiones se corresponden con su ancestro inmediato.  Esta situación ha generado que el país haya soportado permanentes iniciativas sobre el deseo separatista de algunas provincias, particularmente la provincia francófona de Quebec.   El deporte y los éxitos de los atletas canadienses, además de enviar un mensaje de logro deportivo, llevan un mensaje implícito de unidad nacional.   Los logros deportivos se convierten entonces en instrumento utilizado para enviar la señal de una nación unida y poderosa en esa unión.  

Una sola Alemania para el mundo

La Alemania de la postguerra se encontraba en un proceso reconstrucción y fortalecimiento económico y buscaba entrar de nuevo en el escenario internacional.  Luego de la derrota en la guerra y de las penalidades a que fue sometido, no lograba sobreponerse a esta situación.  En 1948, el país no fue invitado a los primeros Juegos Olímpicos de la postguerra  al igual que Italia y Japón.   En el año 1954, su triunfo en el campeonato  mundial de fútbol fue el evento que volvió a mostrar al país su imagen interna del sentimiento nacional, de reivindicación del espíritu nacional, al vencer al los húngaros en un partido “milagroso” para muchos.  Décadas más tarde, luego de la reunificación,  los más de ochenta millones de televidentes de la nueva Alemania pudieron ver a su equipo nacional conformado por deportistas de las dos naciones rivales hasta 1989, La Alemania Democrática y la Alemania Federal, en el deporte más popular y símbolo nacional, el fútbol.  El equipo unificado Alemán venció en el año 1990 en el mundial de fútbol de Italia y dos años más tarde se integraron compitiendo en los Juegos Olímpicos de 1992  luego del proceso de reunificación. 

Argentina-Inglaterra, la novela de las canchas

El partido de fútbol entre Argentina e Inglaterra en el mundial de 1986 en México, sirvió de escenario para la exaltación del nacionalismo argentino.  El país había perdido la guerra de las Malvinas contra Inglaterra y tuvo que capitular luego de la demostración de supremacía inglesa.  Previamente al juego la prensa se encargó de recordar la confrontación bélica ocurrida cuatro años antes.  Los técnicos y jugadores plantearon siempre que se trataba de un partido de fútbol, sin consideraciones ajenas.  Así se vivió el encuentro que finalizó con el triunfo de Argentina 2-0.  En ambos goles estuvo la genialidad de Diego Maradona que anotó el primer gol “con la mano de Dios” y el segundo, que fue considerado como el mejor gol de la historia de los mundiales.  Luego del juego se prensa insistió en buscar un comentario revanchista por parte de los jugadores argentinos, pero estos no se presentaron dando así tranquilidad al epílogo del juego.  Años después, el mismo Diego de manera abierta recordó la situación, “Sí, una final, porque nosotros, por todo lo que representaba, jugábamos una final contra Inglaterra.  Porque era como ganarle más que nada a un país, no a un equipo de fútbol”.  Adicionalmente refiere, “…Y esto era una revancha, era…recuperar algo de las Malvinas.  Todos decíamos, en las notas previas, que no había que mezclar las cosas, pero eso era mentira, ¡mentira! No hacíamos otra cosa que pensar en eso, ¡un carajo que iba a ser un partido más!”.

En 1998 las dos selecciones se volvieron a enfrentar y los argentinos eliminaron de nuevo a los Ingleses.  En el mundial de Corea-Japón del año 2002 con gol de penalty de Beckham, Inglaterra por fin pudo tomar revancha de las derrotas anteriores.  Sin que el encuentro tuviera el tono político de otras veces, el capitán del seleccionado Inglés manisfestó a la prensa “hemos esperado este momento por 16 años”.

El hombre más fuerte del mundo

El levantador de pesas búlgaro de nacionalidad turca, Naum Shalamanov[11], fue catalogado en su momento como el hombre más fuerte del mundo.  Suleimanoglu, fue medallista olímpico en Seul 1988, Barcelona 1992 y Atlanta 1996, pero pese a todas estos resultados, su principal logro lo obtuvo en la arena política internacional.  En 1984 Bulgaria no participó en los Juegos Olíimpicos de los Angeles en donde Naim era favorito para lograr la medalla de oro, puesto que el país se sumó al boicot liderado por la Unión Soviética.  En 1986 aprovechando un evento internacional en Melbourne el pesista desertó de la delegación y pidió asilo político.  Luego de este episodio y de tensionantes negociaciones Suleimanoglu logró participar Juegos Olímpicos de 1988 en representación de Turquía.  En este evento Naim logró no sólo medallas y récords sino que también logró centrar la atención de la prensa internacional sobre su situación familiar.  La familia de Suleimanoglu al igual que la de miles de turcos búlgaros no podía salir del país por motivos políticos.   El gobierno se vio presionado de diferentes maneras y tuvo que permitir la salida de la familia del deportista hacia Turquía y posteriormente la de miles de turcos que vivían bajo el régimen búlgaro.  Los logros deportivos de Naim se convirtieron en símbolo de la resistencia de los turcos residentes en Bulgaria y la mejor forma de llamar la atención de la prensa y entidades internacionales. 

Rumania fue Comanecci

En los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, una deportista de 14 años años de edad, se convirtió en la primera persona en lograr 7 veces el 10 perfecto en gimnasia.  Nadia Comanecci, logró en esos juegos además de calificación perfecta, 3 medallas de oro.  Pero su logro más importante fue que con sus resultados deportivos, el mundo se aprendió el nombre de su pais de origen, Rumania.  No ha habido nunca un embajador rumano más efectivo que la actuación de Nadia Comanecci en la esfera deportiva internacional. La deportista fue durante mucho tiempo la protegida del regimen, gozando de todo tipo de beneficios.  Pasados algunos años y ante inconformidad de la deportista por diferentes situaciones relacionadas con la política interna fue objeto de presión estatal, hecho que finalizó con su huída de su país y su solicitud de asilo en 1989, situación que de nuevo puso a Rumania en la prensa internacional.


El deporte como medio integrador

El caso contrario a los nacionalismos es el de la posibilidad de la integración a través del deporte.  Si bien es claro que el escenario deportivo se ha convertido muchas veces en lucha de ideologías, también es claro que en muchas ocasiones se ha convertido en el escenario de integración y demostración de la posibilidad de la convivencia pacífica.  Ejemplos de esto afortunadamente tenemos muchos, recordemos como en el partido de fútbol entre Irán y los Estados Unidos en el mundial del 2006 en momentos cuando las relaciones políticas entre estos dos países no podían estar más frías.  El juego fue una maravillosa demostración de fair play; los deportistas de ambos equipos dieron una verdadera demostración del independencia al no permitirse caer en la trampa de los medios que con el fin de lograr mayor sintonía se encargaban de atizar el evento deportivo con situaciones extradeportivas.

Dentro del escenario de rivalidad política e ideológica que presentan Corea del Norte y Corea del Sur, han sabido aislar a situación en escenarios económicos y deportivos.  En los Juegos Olímpicos del año 2000 y en el 2004, al igual que en Turín (Juegos Olímpicos de invierno) las dos naciones han desfilado juntas.  Esta situación  envía un mensaje al interior y a los otros países, sobre la existencia de un mismo pueblo coreano, en un gesto que fue interpretado por muchos como el preámbulo de la futura unificación de los dos países.

De igual manera, la celebración conjunta del mundial de fútbol del año 2002 entre Corea y Japón, países históricamente rivales (Corea estuvo invadida por Japón durante más de cuarenta años), pese a diferentes momentos de tensión, materializó la posibilidad de un acercamiento deportivo, económico y político que a la postre significó un beneficio mutuo.  En otras palabras el desarrollo del evento disminuyó las tensiones históricas entre ambas naciones y marcó un hito importante para el acercamiento y la construcción de  una nueva etapa en la historia de los dos países.

En el escenario del deporte, pese a esporádicas reacciones de ultraderecha, es donde se  demuestra de mejor manera la integración profesional y racial entre deportistas y naciones.  Los encuentros de fútbol de las ligas europeas son la mejor demostración del carácter internacional del deporte.  El Inter, equipo de fútbol con amplia tradición en la ciudad italiana de Milán, cuenta en su grupo con sólo seis jugadores italianos de los veintisiete deportistas inscritos en su nómina titular.  Caso similar el Chelsea de Londres equipo que historicamente se ha caracterizado por tener alineaciones internacinales en los juegos.  Este fue el primer equipo en tener once jugadores no ingleses en el terreno de juego.

Estos ejemplos demuestran el carácter internacional que presenta el deporte de hoy y en la cancha los equipos son la mejor muestra de integración cultural.  Se cuestiona aquí que cada vez los equipos más intereses de empresas privadas y no a sus ciudades o naciones.   La migración se ha hecho más fácil y el deporte se ha convertido en un importante medio de integración cultural entre sociedades.   Pero al igual que en otras situaciones, los fenómenos sociales presentan diferentes perspectivas.  Este internacionalismo y ese carácter integrador del deporte ha llegado a niveles antes insospechados.  La trashumancia deportiva de los atletas invita a nuevas reflexiones.  Tal es el caso de los deportistas nacionalizados que compiten por países diferentes a los de su nacimiento y formación deportiva inicial.  En el último campeonato mundial de fútbol pudimos observar jugadores brasileros jugando en el seleccionado Croata, Mexicano y Japonés;   a jugadores argentinos en Ecuador y a jugadores polacos compitiendo por Alemania.  Todos estos se suman a los jugadores africanos en el seleccionado francés o a los caribeños en representación holandesa o inglesa.   En los eventos mundiales de atletismo se pueden observar deportistas africanos compitiendo por países europeos rivalizando en muchas ocasiones con  sus excompañeros de entrenamiento de su país de nacimiento. 

Influencia  política en el deporte

El deporte competitivo ha sido siempre objeto de manipulación política.  Aunque su principio fundamental pregona su absoluta independencia frente a presiones políticas (o de cualquier índole) el carácter universal de su práctica lo han convertido en excelente medio para propagar ideas.  Las primeras referencias de influencia de la política en el deporte lo encontramos en la antigua Grecia, teniendo como escenario la celebración de los Juegos Olímpicos, evento en el cual las ciudades en competencia consideraban la confrontación en la arena deportiva una extensión de sus guerras en el campo militar.  En el escenario contemporáneo de manera permanente somos partícipes de la influencia política en el deporte y de su lastimosa utilización con fines particulares.  Referencias históricas sobre esta situación tenemos muchas, de las cuales vamos a retomar las más significativas para el desarrollo del tema. 

La entrada de la URSS al escenario Olímpico en 1952 marcó el inicio de la rivalidad política, ideológica y económica en el escenario deportivo.  A partir de entonces, en el marco de la guerra fría, los Estados Unidos y la Unión Soviética, cada uno con sus países aliados procuraron durante la celebración de cada versión de los Juegos demostrar en el escenario deportivo la superioridad de sus regímenes.  Con mayor o menor intensidad fueron frecuentes las confrontaciones y manifestaciones políticas indirectas en las canchas.  Esta rivalidad permanente impulsó el desarrollo deportivo hasta el alto nivel.  La aplicación de adelantos científicos a los procesos de entrenamiento y competencia impulsó inversiones económicas significativas en la búsqueda de la victoria frente al rival directo.   Cada evento importante se vió afectado por intereses extradeportivos que afectaron en muchas ocasiones el desarrollo normal de los campeonatos.  Veamos algunos casos.

En 1920, por ejemplo, a los Juegos Olímpicos de Amberes no fueron invitados Alemania, Austria, Checoslovaquia, Hungría y Bulgaria, naciones que se consideró provocaron la primera guerra Mundial.  Situación similar se vivió en Londres en el marco de los Juegos Olímpicos del año 1948 cuando Alemania y Japón no fueorn invitados como penalización por su papel en la Segunda Guerra Mundial. 

En 1972 los Estados Unidos pierden la final del baloncesto ante los soviéticos en una final con muchos problemas.  Este amargo recuerdo perduró por muchos años, hasta que en 1980 en Lake Placed, durante el marco de los Juegos Olímpicos de invierno, los estadounidenses vencen a los campeones tradicionales, la URSS en Hokkei, este juego fue celebrado como la revancha de la afrenta ocurrida en 1972.

En 1974 la Unión Soviética se negó a jugar un partido de reclasificación para el mundial, frente al combinado chileno en el estadio de Santiago.  Los soviéticos se negaron a jugar en allí, argumentando que no jugarían en un lugar en el cual se detuvieron y torturaron personas durante el golpe de estado del 1972.  Como respuesta la FIFA desautorizó la decisión soviética y la URSS finalmente no clasificó.

En 1976, en los Juegos Olímpicos de Montreal, los Estados Unidos fueron desplazados al tercer lugar en la tabla de medallería.  La URSS volvió a ocupar el primer lugar y Alemania Democrática el segundo.  El presidente Ford pidió una comisión del senado para averiguar el estado de la situción y las causas de la derrota del deporte estadounidense justo en la celebración de los doscientos años de la declaración de independencia nacional. 

Historicamente La República China (Isla de Formosa) y la República Popular China (Continental) han desarrollado diferentes episodios relacionados con la oficialialización de sus respectivos comités como los representantes de China ante la comunidad olímpica internacional.   En 1953 la República Popular China protesta por la designación de Taiwan como Comité Olímpico Chino y en 1958 se retira tanto del Comité Olímpico Internacional como de las federaciones internacionales deportivas. En el año 1975 la República Popular China se reintegra a los Juegos Olímpicos y solicita la expulsión de Taiwan del COI. En los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, los atletas de Taiwan participaron del desfile pero no tomaron parte de los eventos deportivos ya que el gobierno canadiense no permitió la participación bajo el nombre de "República de China". En 1979 el COI reconoce a Beijing como Comité Olímpico Chino, manteniendo el reconocimiento al Comité Olímpico de Taipei como Comité Olímpico de China Taipei.

En 1968, durante los Juegos Olímpicos de México, los deportistas estadounidenses John Carlos y Thommy Smith, levantaron la mano con puño en guante negro durante la premiación como forma de protestar por lo que ellos consideraban política de discriminación contra la raza negra en los Estados Unidos.  Los atletas fueron expulsados de los Juegos y posteriormente del Comité Olímipico de su país.  

Los acercamientos politicos entre china y EE.UU del gobierno de Richard Nixon fueron acompañados por confrontaciones amistosas de tenis de mesa.  La actividad deportiva fue uno de los medios utilizados para el acostumbramiento de la opinión pública estadounidense a las acciones políticas que precedieron la visita del presidente a Pekín. 


Las dictaduras consolidan su imagen por medio del deporte

Para hacer un recorrido histórico sobre este aparte iniciaremos con la utilización de los Juegos Olímpicos de Berlín en el año 1936 por parte del gobierno de Adolf Hitler.  Pese a los diferentes intentos de boicot por parte de algunas naciones, muchas delegaciones quisieron congraciarse con sus anfitriones y durante el desfile extendieron el brazo para utillizar el saludo Nazi.  La celebración de los Juegos en Berlín no sólo pretendía demostrar al mundo el poderío del gobierno nazista alemán sino que adicionalmente, a los ciudadanos alemanes,  la superioridad de la raza aria.  El país movió entonces todas las estructuras con el objetivo de organizar y ganar los mejores Juegos Olímpicos realizados hasta ese entonces.  A la postre, pese al trago amargo infringido por Jesse Owens, atleta negro de los Estados Unidos, Alemania ocupó el primer lugar en la tabla de medallería y Hitler había logrado su objetivo de lograr (a regañadientes) la aceptación de la comunidad internacional. 

Durante  el régimen franquista en España (1936-1975), el deporte fue utilizado para lograr credibilidad en el régimen dictarorial, escenario en el cual Juan Antonio Samaranch, en camino a la presidencia del Comité Olímpico Internacional,  lidado y amigo de Franco jugó un papel protagónico en esta obra.  En ese momento muchos países del mundo  se rehusaban a reconocer el régimen de Franco debido a sus estrechos vínculos con el gobierno nazista de Alemania, el deporte se constituyó en herramienta de contacto con otros paises buscando cambiar ese concepto.  Se recurrió para este objetivo a la celebración de diferentes eventos de tipo deportivo como forma de generar un paulatino acercamiento de las naciones.  Al interior del país, el régimen utilizó el triunfo de los equipos nacionales para exaltar el sentimiento de patria.  Los eventos deportivos sirvieron entonces para crear nuevas y mejores relaciones con otros países y paulatinamente lograr la aceptación internacional.

Caso similar ocurrió en Argentina durante la celebración del Mundial de Fútbol del año 1978.   La comunidad internacional, tenía sus ojos sobre el gobierno militar del general Jorge Rafael Videla.  En ese entonces abundaban las denuncias sobre torturas, desapariciones y ejecuciones por parte del régimen.  El máximo evento deportivo con sede en el país austral se convirtió en el escenario perfecto para cambiar la mirada y las opiniones (extensivamente las relaciones) con el gobierno.  El Campeonato del Mundo, con su gran organización, su excelente nivel futbolístico y con triunfo de la Selección Nacional, permitió al gobierno del general Videla reivindicar la legitimidad de su gobierno y desviar las miradas internas y externas frente a la situación de los derechos humanos. 

En este repaso histórico cabe destacar la importancia politica de los boicots en eventos deportivos.  La no participación de un país o un grupo de países a los Juegos Olímpicos se constituye en la forma más directa de mostrar su posición frente a algún hecho político.  Se entiende que la magnitud del boicot depende directamente de los países que lo realizan.

Los boicots, la más evidente demostración del poder político del deporte.

Históricamente el Movimiento Olímpico ha tenido que soportar varios boicots, relacionados todos con hechos políticos.  La alta convocatoria (más de 200 países) y la amplia cobertura que le han dado los medios de comunicación a los Juegos Olímpicos los ha convertido en el escenario excepcional para llamar la atención sobre alguna situación política particular.  A pesar del carácter apolítico del deporte, de manera permanente somos testigos de la utilización de los eventos para enviar mensajes políticos.  En 1936 España decidió no acudir a los Juegos de Berlín como protesta contra el gobierno nazista de Hitler.  En 1956 Suiza, Holanda y España no asistieron a los Juegos de Melbourne como protesta por la invasión soviética a Hungría.  En ese mismo evento no participaron Egipto, Irak y Líbano como protesta por la ocupación del Canal del Suez por parte de las tropas de la alianza británico-franco-israelí.  En 1976 un grupo conformado por países africanos, asiáticos y centroamericanos boicotearon los Juegos de Montreal por la participación de Nueva Zelanda, país que había tomado parte de un campeonato de rugby en Suráfrica (excluída del movimiento olímpico en  1974).   En 1980 no participaron cerca de 60 países en los Juegos Olíimpicos de Moscú como adhesión a la protesta estadounidense por la invasión de la URSS a Afganistan.  En 1984 un grupo de países del bloque socialista encabezados por la Unión Soviética no asistió a los Juegos Olímpicos de Los Angeles argumentando la falta de seguridad para los atletas, pero era una evidente represalia por el boicot anterior.  En 1988 no asistieron a Seúl, Cuba ni Corea del Norte como protesta por la designación de Corea del Sur como sede de los Juegos.  Estos juegos fueron celebrados pese a la amenaza militar  de Corea del Norte[12].

Esta influencia política del deporte se ha visto también materializada en la utilización de la imagen deportiva como plataforma política.  El jugador George Weah, quien luego de su exitosa campaña en el fútbol europeo[13] fue candidato presidencial en su natal Liberia.  Aunque no logró su cometido, se consolidó como influyente hombre de la política nacional; por su parte Silvio Berlusconi, fue elegido como primer ministro en Italia utilizando su exitosa gestión al frende del Milan F.C y el presidente de Argentina Carlos Menem participaba de manera permanente en eventos deportivos como forma de ganar  aceptación popular en su país. Sin ir muy lejos recordemos los triunfos de nuestros seleccionados nacionales de fútbol, ciclismo, patinaje y boxeo; y la celebración especial que dan nuestros mandatarios al hecho.

La industria económica del deporte

El deporte que como empresa global se ha desarrollado de la mano de diferentes industrias se constituye actualmente en una industria en sí mismo, en donde su producto principal son los atletas y sus resultados.  El campo de desarrollo de este nuevo producto es la llamada “industria del entretenimiento”.  Un indicador claro de esta industria es la excesiva comercialización que caracteriza los grandes eventos, que implica desafortunadamente  que se tomen algunas decisiones con una mirada económica por encima del aspecto técnico.  Históricamente, los grandes eventos internacionales se constituyeron durante mucho tiempo en una demostración de poderío político.  Hoy en día sumado a este elemento, los eventos se constituyen en el escenario de poderío económico de las grandes marcas patrocinadoras del deporte contemporáneo en una sociedad que de manera permanente crea idolos para el deporte y para el mercado. 

Hace años la contratación para la NBA (National Basketball Asociation) del jugador chino Yao Ming trajo importantes beneficios para el baloncesto norteamericano.  Inicialmente elevó el nivel de rendimiento de su equipo y por lo tanto aumentó de manera considerable la asistencia de público a los estadios y los patrocinadores para el equipo; pero el principal impacto fue que su llegada a la NBA abrió la posibilidad de penetración para los productos estadounidenses en el nuevo mercado chino, conformado por más de mil trescientos millones de posibles televidentes (clientes).  Por su parte,  Michael Jordan en su momento generó grandes dividendos a su equipo y extensivamente a la NBA.  Su figura sirvió para impulsar al baloncesto estadounidense hasta las más recónditas fronteras y su retiro disminuyó el interés de los millones de seguidores alrededor del mundo.  De manera permanente la NBA ha tratado de conseguir a su sucesor, pero ninguno de los candidatos ha logrado llegar al nivel de Jordan; actualmente la figura de Lebron James parece moverse en la dirección correcta, pero falta aún mucho tiempo para saberlo.

Caso similar ocurre actualmente con el automovilismo; la llegada de Juan Pablo Montoya procedente de la fórmula uno, le brindó un impulso importante al desarrollo de este deporte en norteamérica, puesto que le ha significado la posibilidad de llegar a un mercado que históricamente no era muy cercano al automovilismo.  Este mercado son los millones de latinos residentes en los Estados Unidos y a través de la televisón, a los que están en sus países.  En esta misma dirección apunta la contratación de importantes figuras del fútbol internacional para los equipos de la MFL (Major Football League). David Beckham, Guillermo Barros, Cuauchtemoc Blanco y Juan Pablo Angel, además d elevar el nivel técnico de sus escuadras, son los encargados de atraer el público a los estadios y extensivamente de garantizar los patrocinadores de las diferentes actividades que mueven el fútbol profesional estadounidense, que pese a los esfuerzos  realizados no ha podido establecerse dentro del esquema de la cultura física de este país.

En la década de los 60, Japón vivió un repunte económico significativo que lo puso a competir con las demás potencias del mundo.  Una de las actividades estratégicas dentro de esta dinámica fue la celebración de los Juegos Olímpicos de 1964.  A partir de ese momento un nuevo concepto se popularizó  en los demás países; “Made in Japan” sello que se convirtió en símbolo de calidad para electrodomésticos y especialmente para la industria automotriz.  Los Juegos Olímpicos fueron parte del programa de expansión económica nacional.

Situación parecida aconteció en 1988, cuando “Made in Korea” cambió el concepto que hasta ahora se tenía de la industria de este país.  Los productos coreanos hasta ese entonces tuvieron siempre un concepto de limitada calidad.  Los Juegos fueron una acción fundamental dentro de esta estrategia.  A partir de ese momento las empresas coreanas lograron un mejor posicionamiento en el mercando internacional.  Marcas como Hyndai, Samsung, LG y Daewoo se convirtieron en las preferidas en diferentes países; de alguna manera el acercamiento a la imagen del nuevo país cambió la imagen brutal de la junta militar que estuvo en el poder y sirvió para la creación de nuevos mercados para la pujante industria coreana.  La celebración de la máximas justas deportivas sirvió para desviar la atención sobre los problemas internos (ya para 1987 se desarrollaron elecciones directas y justas luego de varios años de cuestionado gobierno) y el evento deportivo ayudó a acercar a millones de consumidores en el mundo hacia los productos coreanos.   Los Juegos Olímpicos fueron el escenario perfecto para mostrarle al mundo los logros del “milagro coreano”  pues en 40 años el país paso de ser el número 160 segun el PIB a ocupar el lugar 16.  Ruiz, 14)[14].  Entendemos entonces que en los próximos años un nuevo slogan se tomará al mundo luego de los XXIX Juegos Olímpicos de Beijing.   “Made in China” dejará de ser una referencia de productos de baja calidad para convertirse en sello competitivo frente a los demás productos.


Beijing 2008 

Para entrar en la fase final de este trabajo, daremos una mirada a la celebración de los Juegos Olímpicos de Beijing, y lo haremos no solamente por el hecho de corresponder a un hecho de actualidad, sino porque en este evento confluyeron de manera evidente todos los aspectos anteriormente mencionados.

La designación de Beijing como ciudad sede para los XXIX Juegos Olímpicos causó en su momento diferentes manifestaciones; por un lado los simpatizantes de la candidatura celebraron la victoria, luego de haber perdido anteriormente con Sydney por la sede de los Juegos del año 2000.  Por otro lado, estuvieron los opositores de la decisión quienes plantearon que otorgar la sede a Beijing era una forma de apoyar a un régimen que mantiene cientos de presos políticos en sus cárceles y que no permite elecciones políticas pluralistas.  Sumado a este problema de la falta de pluraridad política del régimen totalitario, se cuestionó a China por la ocupación del Tibet y la represión que sufren los habitantes de la región.  Este hecho fue aprovechado por diferentes grupos tibetanos quienes aprovechando el evento llamaron la atención mundial con relación al problema histórico del Tibet.  La llama olímpica tuvo que  soportar permanentes ataques durante su recorrido por parte de simpatizantes de la causa tibetana.  Ante esta situación los directivos del deporte mundial argumentaron que precisamente el compromiso de los Juegos favorecería la apertura democrática del país e implicaría un alto nivel de compromiso del gobierno chino frente a todos estos cuestionamientos.    

En los meses previos al evento se multiplicaron las campañas de protesta que afirmaban que el gobierno chino no había cumplido con las promesas para mejorar la situación de los derechos humanos.  Muchos grupos se manifestaron alrededor del mundo invitando a deportistas a no tomar parte del evento para boicotear así los Juegos.    En esta dirección apuntó igualmente la decisión del famoso cineasta Steven Spielberg quien renunció a participar en la organización de la ceremonia de inauguración como rechazo a la política China frente al problema de Darfur. [15]
En los días anteriores a la inauguración se incrementaron las amenazas de terrorismo en el marco de los Juegos.  De manera puntual las fuerzas de seguridad chinas que combaten desde hace años la violencia secesionista de los yugures de Xinjiang, una minoría musulmana de origen turco cultural y étnicamente distinta a la mayoría han china que proclaman el estado independiente de  Turkemistán Oriental, desarrollaron acciones que dejaron como saldo varios muertos.

Todas estas iniciativas fueron opacadas por la grandeza de la celebración de los Juegos y por el éxito deportivo del equipo nacional.  Situación que fue aprovechada por los detractores del gobierno para cuestionar los métodos de entrenamiento en los centros de captación infantil del país.  Como es bien sabido, luego de la caída del socialismo en Europa oriental el país acogió a muchos especialistas provenientes de diferentes países del bloque socialista a quienes se les brindaron las posibilidades de apliación de tecnologías ya probadas y de experimentar novedosas técnicas, que muchos consideran dejan de lado las verdaderas necesidades de los niños en pro del resultado deportivo futuro. 

Epílogo

Como se ha anotado durante el desarrollo del contenido, las infinitas posibilidades de penetración cultural y el gigantezco nivel de desarrollo que ha logrado son elementos característicos del deporte contemporáneo.  Este hecho lo convierte en la actividad social de mayor desarrollo y a su vez en la de mayores perspectivas.  Desafortunadamente, estas situaciones se han convertido también en el principal enemigo de su desarrollo.  En la actualidad, existe un temor generalizado a que los Juegos Olímpicos o el Campeonato Mundial de fútbol puedan ser objeto de acción terrorista.  Estos eventos, los más significativos a nivel de medios de comunicación, serían un escenario objetivo para cualquier grupo que quisiera llamar la atención mediante acciones violentas en el marco de las justas.  Todo esto hace tomar medidas que prevengan que se repita lo ocurrido en Munich en 1972 cuando un comando palestino ingresó en la Villa Olímpica asesiando a algunos deportistas israelíes y tomando un grupo de rehenes varios de los cuales fallecieron en el aeropuerto debido al enfrentamiento entre los terroristas y la fuerzas armadas alemanas. De igual manera existe el temor sobre una acción similar a la ocurrida en 1996 en Atlanta cuando un artefacto explosivo causó la muerte a varias personas en la villa Olímpica.

Una situación adicional que debe ser considerada como una alerta que requiere urgentes medidas de solución es la violencia que se presenta semanalmente en los estadios, opacando la intencionalidad inicial de la actividad deportiva.  Los especialistas del tema presentan diferentes opiones al respecto y desde diversas perspectivas tratan de dar explicación a esta situación en donde aún no se ha podido descifrar la ecuación sobre si es el deporte una victima de la violencia social del medio en el que se desarrolla, o es un agente generador de violencia.

Finalmente anotaremos que cuanto más importante es el acontecimiento deportivo, mayor es la posibilidad de influencia de intereses políticos, ideológicos y comerciales en torno al deporte.  De manera directa somos testigos del crecimiento desmedido del movimiento deportivo internacional y de las diferentes formas de presión a que se ve sometido.  Frente a esta situación se presentan diferentes opiniones, todas ellas considerables a la luz del análisis de uno de los movimientos sociales de mayor importancia del último siglo.  Los niveles de desarrollo técnico y administrativo actuales nos invitan al estudio y reflexión permanentes;  solamente de esta manera podremos entender mejor la actualidad y solamente así se podrá plantear una posición personal sobre la situación.  Hacia allá apunta el desarrollo del trabajo aquí expuesto.





Referencias bibliográfias


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[1] En los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Beijing en el año 2008,  los Estados Unidos, país que ocupó el segundo lugar en la tabla de medallería, logró más preseas que todos los países africanos y latinoamericanos juntos. Los norteamericanos obtuvieron 36 medallas de oro (una más que en el 2004), 38 de plata y 36 de bronce para un total de 110 medallas.  Latinoamérica por su parte obuvo 11 de oro (7 menos que en el año 2004), 19 de plata y 26 de bronce para 55 medallas en total.  Los países africanos lograron 12 de oro (3 más que en el 2004), 13 de plata y 12 de bronce para un total de 37 medallas.

[2] Para el mundial de fútbol de Alemania 2006 la señal de televisión tuvo una cobertura de 207 países del mundo, convirtiéndose  en una de las transmisiones televisivas más importantes de la historia.
[3] Jean-Marie Brohm y Ginete Berthaud.  Sociología política del deporte.  París, 1972.
[4] Jean-Marie Brohm y Ginette Berthaud.  Sociología Política del deporte.  París.  1972
[5] En los Juegos solamente podían participar ciudadanos griegos, es decir, nacidos en alguna ciudad griega y ser hijo de padres griegos.  Esta norma se cambió con la llegada de los romanos  cuando se permitió la participación de personas no griegas, pero en ese entonces ya los juegos habían perdido su carácer religioso inicial y se habían convertido en espectáculo popular característico de la forma romana.
[6] El mayor porcentaje de exranjeros proviene de países del área del Caribe, principalmente de la República Dominicana y Venezuela, pero también se cuenta con jugadores de orígenes muy variados como Japón, Corea, Australia y Canadá.
[7] En esta campaña de expansión, en el mes de marzo del 2008 se desarrolló el primer partido de exhibición de un juego de Grandes Ligas en territorio Chino.  Los Dodgers de los Angeles y los Padres de San Diego se enfrentearon en Pekín en un juego que convocó gran cantidad de público al estadio y una importante cobertura de los medios. 


[8] Japón se coronó campeón de las dos versiones del “Clásico Mundial de Béisbol” en el año 2006 y 2009.  
[9] El más reciente incidente sucedió en el mes de marzo de 2008 en el marco del preolímpico de fútbol, siete integrantes de la selección cubana desertaron del equipo nacional y solicitaron asilo en los EE.UU.
[10] El régimen del Apartheid implicaba una política de estado de segregación racial, económica y política implantada por los colonizadores holandeses.
[11] Con el cambio de nacionalidad su nombre adoptó la forma turca de Naim Suleymanoglu.
[12] Los Estados Unidos ubicaron su flota marina frenta a las costas de Norcorea para como mecanismo de presión frente a cualquier posibilidad de intervención.

[13] Jugó en varios equipos de su país natal para luego pasar al fútbol camerunés, posteriormente jugo en el AS Mónaco, el PSG, el AC Milán, Manchester City, Olympique de Marsella y finalizó su vida profesional  en el Al Jazira de los E.A.U.,


[14] Hoy en día es la economía número 13 más grande del mundo. 

 
[15] En la región de Darfur en la República de Sudán (Africa) se viene desarrollando un conflicto en el cual  las tropas oficiales del gobierno han sido acusadas de masacres y violaciones.  El gobierno chino compra petróleo y vende armas a Sudàn y esta situación ha sido de manera permanente cuestionada por líderes mundiales; más aún considerando que China es miembro permanente del concejo de seguridad de la ONU: 
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