Publicado en la revista Educación Física y
Deporte. Universidad de Antioquia. Vol. 14, 1993
El entrenamiento deportivo es un proceso complejo que exige un buen
conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano tanto por parte del entrenador,
como por parte de todo aquel relacionado con la preparación física del
deportista: fisiólogo, médico deportólogo, bioquímico y psicoterapeuta, entre
otros; y en caso ideal, por parte del mismo atleta. La capacidad del entrenador de
combinar en forma correcta carga-descanso define en gran medida la efectividad
del trabajo realizado. La acumulación de la fatiga sin una recuperación
adecuada provoca disminución de la capacidad de trabajo, estancamiento de los
resultados, lesiones y en algunos casos, infortunadamente no pocos, el termino
temprano, de una posible gloriosa carrera deportiva.
A continuación se presentan algunas consideraciones sobre el fenómeno de
la recuperación, sus características fisiológicas y los medios utilizados
actualmente para acelerarla. Esto último debido a la necesidad de lograr que el
organismo soporte nuevas cargas de entrenamiento cuando por medios naturales de
descanso no se ha logrado una recuperación adecuada; caso típico de de los
deportistas de alto rendimiento que cumplen dos y tres sesiones de
entrenamiento diarias con promedio de 120 minutos cada una.
Es bien sabido que como consecuencia de la realización de un trabajo
físico ocurren en el organismo una serie de cambios estructurales y funcionales
cuya base es un fenómeno normal denominado fatiga
que está caracterizado por un afectación temporal del metabolismo, alteración de
la termorregulación, cambios fisiológicos en los sistemas básicos, el agotamiento de las reservas energéticas y por consiguiente,
por la disminución de la capacidad de trabajo general y específica.
La continuidad sistemática (y adecuada) de este fenómeno estimula la
adaptación del organismo a las diferentes cargas y origina un nuevo nivel de rendimiento
y una mayor capacidad de trabajo. Cuanto más intenso es el esfuerzo realizado
por un órgano dentro de los límites fisiológicos, mayor es su adaptación al
mismo y mayor la capacidad de rendimiento alcanzada.
El grado de fatiga, su manifestación y su duración, así como la
velocidad de la recuperación, están condicionados por varios factores:
1. Trabajo realizado: carácter, orientación, volumen
intensidad, duración y grado de tensión emocional, entre otros.
2. Condición del atleta: edad, estado de salud y nivel
de entrenamiento.
3. Características del periodo anterior (y actual) de
entrenamiento.
4. Particularidades del medio ambiente.
En la figura 1 se observa la dinámica de la capacidad de trabajo después
de una carga máxima y durante el periodo de recuperación.
Tomado de Kotz, 1986.
En donde:
I: Agotamiento
II: Fase de recuperación
III: Fase de super-compensación.
IV: Fase de entorno al nivel inicial.
Así, el proceso de recuperación posee ciertas características generales:
1. La duración
del periodo de recuperación de la mayoría de los índices funcionales se
encuentra en relación directa con la magnitud
del trabajo realizado. Entre mayor es la carga soportada por el organismo,
más cambios ocurren en los diferentes sistemas y, por consiguiente, es mayor el
tiempo necesario, para el retorno al nivel pre-operatorio. Por el contrario, entre más baja es la
magnitud del ejercicio más corto es el
periodo necesario para la recuperación de su esfuerzo anatómico máximo.
2. La recuperación de los sistemas funcionales
ocurre a diferente velocidad y, en algunos casos, con diferente orientación, de
tal manera que todos los sistemas no
llegan al estado de pre-operatorio al mismo tiempo, lo cual se conoce como
heterocronismo. Por lo tanto, al tratar de calificar este proceso en general,
es necesario tomar no uno, ni unos pocos índices sino el retorno al nivel
inicial de los índices de aquellos sistemas que se recuperan más lentamente.
3. La
capacidad de trabajo durante el período de recuperación no solo alcanza su
estado inicial sino que puede superar ese estado, pasando por una fase de
super-compensación. En efecto, la planeación de curvas de rendimiento debe
estar orientada de tal forma que el deportista llegue a las competencias más
importantes en esta fase.
Clasificación general de los medios de
recuperación.
Los medios de recuperación se dividen en tres grupos principales
pedagógicos, psicológicos y médico-biológicos.
1. Medios
pedagógicos: Están basados
en la capacidad del organismo de auto-recuperar los recursos funcionales y
energéticos consumidos durante la realización del esfuerzo y luego de su
suspensión. Entre ellos se encuentran, combinación y sucesión de la carga,
correcta continuidad de trabajo y descanso durante todas las etapas de la preparación,
actividad muscular diferente a la competitiva, gran variedad en los medios de
competición, descanso activo, utilización de medios específicos y no
específicos de trabajo, introducción del método del juego en las sesiones de
entrenamiento, ejercicios en medio acuático, cross ligero, y cambio en las
condiciones de entrenamiento. Estos son elementos esenciales para los atletas,
desde principiantes hasta de alto rendimiento, sin importar la etapa de
entrenamiento en la que se encuentren.
2. Medios
psicológicos: Están
dirigidos a disminuir la tensión psicológica del deportista, lo cual, a su vez,
posibilita la recuperación más rápida de la esfera motora y de las funciones
fisiológicas del organismo. Estos se dividen actualmente en dos grupos:
a.
Los medios
psicopedagógicos que consideran indispensable el acercamiento entre el
entrenador y el deportista, el conocimiento de las particularidades
individuales, del estado emocional de éste último; y la organización del
descanso en diferentes maneras. Además,
estiman necesario crear un clima de trabajo agradable dentro del colectivo,
reforzado por sesiones de recreación, charlas individuales y grupales, con
utilización de elementos especiales como cine, videos y música.
b.
Los medios
dirigidos a la regulación y la corrección del estado psicológico. Entre ellos se encuentran la hipnosis, la
sugestión y el entrenamiento psicorregulador, entre otros.
3. Medios
medico-biólogicos. Desempeñan un
papel muy importante en abastecimiento de la recuperación total. Dentro de sus
efectos se encuentran el incremento de las cualidades defenso-acomodativas
determinadas por la estabilidad frente a diversos factores de perjudiciales del
medio y de situaciones estresantes, así como su ayuda en la disminución de la
fatiga general y local.
Para acelerar el proceso de recuperación, en la
práctica médica se emplea un amplio círculo de medios entre ellos se encuentra,
en primer lugar, una dieta alimenticia
especial acorde con el gasto energético del deportista, con su especialidad, y
con la etapa del entrenamiento, entre otros.
En segundo lugar, la vitaminización y en tercer lugar, gran variedad de
preparados farmacológicos de origen vegetal y sintético. Lógicamente, su empleo
debe ser controlado por un especialista ya que la combinación de ciertos
preparados puede cambiar la farmodinámica y su acción en el organismo será
diferente a la esperada. Se debe evitar principalmente la autorreceta, fenómeno
en nuestro medio ya que si no existe el conocimiento necesario, las
consecuencias pueden ser perjudiciales para el desarrollo normal del deportista
o se puede presentar la utilización de sustancias prohibidas conocida como
doping. Otro tipo de medios médico-biológicos de recuperación son los llamados
medios físicos, entre los cuales se encuentran los masajes, el sauna, las duchas,
la estimulación térmica, eléctrica y la oxigenación en cámaras hiperbáricas.
Finalmente, es muy importante recordar que no siempre hay que
precipitarse a acelerar el mecanismo de recuperación, pues está demostrado que
con el objetivo de mejorar las capacidades funcionales del organismo es necesario
realizar entrenamientos sin que este se haya recuperado totalmente como forma
de lograr una adaptación orgánica a un nuevo nivel.
BIBLIOGRAFÍA
Kotz, I.M. Fisiología Deportiva. Ed.
Fizcultura y sport. Moscú, 1986.
Karpman, V. L. Medicina
Deportiva. Ed. Fizcultura y sport. Moscú. 1987.
Menshikov, V.V y Volkov N. I. Ed.
Fizcultura y sport. Bioquímica. Moscú. 1986.
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